Bordado

El bordado industrial es una técnica de marcaje en la que, con una máquina bordadora, se pasan los hilos con ayuda de agujas a través del tejido.

Para bordar cualquier imagen hay que desarrollar un picaje, que es la programación inicial que se envía a la máquina bordadora con el detalle del trabajo a realizar: número de puntadas, posición, tamaño del marcaje, etc. A partir de aquí se producen las repeticiones.

El marcaje resultante coge relieve. Asimismo, se pueden utilizar diferentes colores de hilos, acabados mates o brillos, tonos metalizados... se dispone de una amplia variedad. Además del bordado común hay diferentes técnicas de bordado más específicas como el efecto musgo o efecto 3D.

Una de las principales ventajas del bordado es su durabilidad, es muy resistente con los lavados.

Se puede bordar sobre todas las composiciones textiles: algodón, algodón + poliester, poliester, nylon, viscosa, lana, licra, vaquero, vaquero... Es un proceso muy utilizado en gorras. Aunque también en camisas, telas vaqueras, chaquetas y polos. En general, se adapta a toda la variedad de prendas.

Es recomendable cuando se busca un plus de elegancia en las prendas. 

Es importante tener en cuenta que el marcaje sobre textiles se hace de manera manual, es un proceso con un componente altamente artesanal. Se bordan de manera individual. Por esta razón, cada sudadera, camiseta o textil personalizado es único. Aunque se toman medidas como referencia, los marcajes sobre el tejido pueden tener pequeñas variaciones entre una prenda bordada y otra, nunca son exactamente iguales, aunque sí muy parecidas. Las ligeras variaciones pueden ser por la posición del bordado, tensión del textil. Son sesgos habituales en el marcaje textil.