Serigrafía plana
La serigrafía es uno de los métodos de marcaje más antiguos y reconocidos a nivel mundial. Se destaca por su alta adherencia al material y la calidad de sus impresiones.
La característica principal de la serigrafía es su versatilidad, ya que permite utilizar una amplia variedad de tintas, colores y soportes, adaptándose a diferentes materiales como textil, plástico, metal, madera y vidrio. Además, ofrece un alto grado de adherencia y durabilidad, lo que la convierte en una técnica ideal para aplicaciones industriales. El proceso serigráfico es complejo pero eficaz bien aplicado.
Métodos de procesamiento
Este proceso puede realizarse de manera manual o automática, y depende de la habilidad y experiencia del serígrafo o serigrafista. A través de diferentes mecanismos, se logra una transferencia precisa de la tinta al soporte elegido.
Ventajas del proceso
La serigrafía se destaca por su versatilidad en el uso de tintas, colores y soportes. Se adapta bien a una variedad de materiales, como textil, plástico, metal, madera y vidrio. Además, ofrece un alto grado de adherencia y durabilidad, lo que la convierte en una opción ideal para aplicaciones industriales. La serigrafía industrial, en particular, es muy utilizada en sectores como la máquina herramienta, ascensores o grúas. Este proceso serigráfico se orienta al marcaje de materiales y piezas que completan otros procesos industriales, requiriendo grandes cantidades de producción y un nivel de exigencia y calidad superior a otros métodos.
Desventajas del proceso
Es una técnica que se utiliza cuando se hacen grandes tiradas de impresión. En esta técnica la experiencia del serígrafo es esencial para realizar trabajos precisos.
Características de la impresión
La serigrafía permite conseguir diferentes efectos en la estampación, lo que la convierte en una técnica muy apreciada tanto en la producción industrial como en el diseño personalizado. Su capacidad para trabajar con materiales rígidos y flexibles amplía las posibilidades creativas.